Hora de despedir a otra querida compañera al terminar la oposición.
En la residencia recordamos con cariño el paso de nuestras opositoras en Madrid. Como es lógico les deseamos la mejor de las suertes. Compartimos su alegría al alcanzar sus metas, siempre orgullosas.
En todos los casos sus compañeras exprimen los últimos momentos compartidos y prometen mantener el contacto.
Es habitual que las amistades que se forman en la residencia se mantengan durante años. Así nos lo hacen saber muchas antiguas opositoras que nos visitan.
Hasta siempre guapísima. La sociedad siempre necesita el brillante cerebro de la mujer.